Soluciones Eléctricas para tu Negocio

Los tableros de distribución de energía son la columna vertebral de las instalaciones eléctricas, diseñados para gestionar y proteger circuitos mediante breakers industriales (como interruptores termomagnéticos o de potencia) para cargas principales y breakers de riel DIN para circuitos secundarios. Estos tableros centralizan la energía, distribuyéndola de manera segura y eficiente a equipos críticos, maquinaria o sistemas auxiliares. Los breakers industriales ofrecen protección contra sobrecargas, cortocircuitos y disparo selectivo en aplicaciones de alta corriente (ej: motores, transformadores), mientras los breakers de riel organizan y protegen circuitos de baja potencia (iluminación, tomacorrientes). Su diseño modular permite escalabilidad, fácil mantenimiento y adaptación a normativas, con estructuras robustas diseñadas para resistir ambientes industriales. Ideales para plantas manufactureras, edificios comerciales y centros logísticos, garantizan seguridad operativa, reducción de tiempos de inactividad y gestión optimizada de la energía.

Los tableros de transferencia automática (ATS) garantizan un suministro eléctrico ininterrumpido al alternar entre fuentes de energía (ej: red principal y generador de respaldo) de forma automática y segura. Utilizan contactores para conmutar cargas eléctricas de alta potencia y tarjetas electrónicas o relés de transferencia para monitorear parámetros (voltaje, frecuencia) y activar el cambio en milisegundos ante fallas. Son ideales para infraestructuras críticas como hospitales, centros de datos o plantas industriales, ofreciendo protección contra cortes, sincronización precisa y adaptabilidad a sistemas monofásicos o trifásicos. Su diseño incluye protecciones contra sobretensiones, inversión de fases y enclavamientos para evitar retroalimentaciones, asegurando operatividad y cumplimiento de normativas eléctricas.

Los tableros eléctricos industriales para control de motores se dividen en dos tipos clave:
1. Tableros con contactores y relés térmicos, ideales para operaciones básicas de arranque/paro y protección contra sobrecargas, garantizando un funcionamiento robusto en sistemas como bombas o ventiladores.

2. Tableros con variadores de velocidad (VFD), que permiten ajustar la velocidad y el par del motor, optimizando el consumo energético y adaptándose a aplicaciones variables como bombeo inteligente o maquinaria de precisión. Ambos tipos ofrecen seguridad certificada, durabilidad en entornos exigentes y personalización según necesidades técnicas, asegurando eficiencia y control en procesos industriales.

Estos tableros automatizan y gestionan sistemas de iluminación en entornos industriales, comerciales o públicos mediante contactores para manejar cargas eléctricas de alta potencia (como alumbrado LED, proyectores o circuitos zonales) y temporizadores semanarios que programan encendido/apagado según horarios predefinidos (días, horas o eventos específicos). Ofrecen eficiencia energética al evitar operación manual, permiten ajustes centralizados y adaptan la iluminación a necesidades variables (ej: horarios laborales, seguridad nocturna o reducción de consumo en zonas no utilizadas). Su diseño incluye protecciones contra sobrecargas y estructuras robustas para instalaciones exigentes. Ideales para entornos industriales, estacionamientos, edificios inteligentes o alumbrado público, garantizan control preciso, ahorro eléctrico y operación libre de errores.

Los tableros de bancos de condensadores son sistemas utilizados para corregir el factor de potencia en instalaciones eléctricas, optimizando el consumo energético. Están compuestos por condensadores que compensan la energía reactiva, contactores que activan o desactivan estos condensadores según la demanda, y un módulo de control (relé electromecánico o tarjeta electrónica) que monitorea y regula automáticamente la compensación. Incluyen protecciones como interruptores termomagnéticos, fusibles y dispositivos de descarga para evitar sobretensiones, asegurando operación segura y estable. Su implementación reduce pérdidas, mejora la eficiencia y evita penalizaciones por bajo factor de potencia.